El pasado 20 de marzo, aprovechando el puente de San José, le pedí a Álvaro que tocara el piano en nuestra clase de baile clásico de las 15:30. Álvaro está estudiando algunas partituras de ejercicios de danza y ese viernes del puente, seguro, la clase podría ser más relajada y que seriamos menos alumnas. Él accedió con gran timidez, y me pareció maravilloso que todas pudieramos bailar con música en directo. Una experiencia que nos motivó y emocionó a todos, y a mí, personalmente, me sorprendió lo bien que lo hizo. MUCHAS GRACIAS ÁLVARO.
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